Una vez más, Agatha vuelve a rizar el rizo con corazones, flores y colores estridentes, que nos reportan en un flashback a 2001, como mínimo.

Mucha fantasía y mucho color. Pantalones bombachos, hombreras exageradas, vinilos y volúmenes imponibles.

Como curiosidad, esto que se hace en la cara, que parece que se ha pasado con el maquillaje, es en honor del diseñador Alexander McQueen.