Antonio Alvarado presenta una colección en la que el patronaje y el juego con volúmenes resultan fundamentales.

La paleta cromática se teñía de verde militar, tabacos, grises y vinos, todos ellos en un estado apagado y melancólico. Vestidos capucha, mangas globo y unos contados looks masculinos, que presentaban a hombres con chaqueta de raso y superposiciones de faldas sobre pitillos de algodón.

“Cul de sac” fue inspirado en Carlos Berlanga.