Philippe Starck ha logrado construir un espacio abierto inclasificable, que permanecerá en la memoria de las personas y donde la energía de Bilbao cobra vida propia. Las fotografías son de Ramón Blow.

El viejo almacén de vino, de carácter modernista y declarado ‘Bien de Interés Cultural’ por el Gobierno Vasco (1999), celebra sus 100 años de existencia tras la rehabilitación de fachadas y transformación interior, que incluye la construcción de nuevos espacios bajo la supervisión del francés Philippe Starck.

Creador infatigable, Starck se enamoró del proyecto AlhóndigaBilbao y de la ciudad a primera vista, y fruto de esta relación nace un espacio urbano, singular, sobrio pero original y lleno de sorpresas que no dejará indiferente a nadie.